lunes, 9 de diciembre de 2019

Rasgada de topacio (Francisco Madariaga)



Carlos Rivenson - Olga Orozco - Norah Lange - Francisco Madariaga






                                                                                                  a Olga Orozco


Le dije que se pusiera su sombrero
y dejara deslizar una arboleda de sol
        por la orilla del mar.
Había tanta sonrisa en su boca sonora
y a veces frecuentaban sus labios los
        bares del coral.
Su memoria barría los barrotes de todas
         las prisiones.
Era la hija del sombrerero de dios que pasaba
         en un celeste y rojo carruaje,
ardiendo de amor al regreso de los reales
         horizontes,
y en el olor a su carrera de ayudante
        salida del polvo de las hadas
su tránsito real ardía ahogado por la
        sangre de pleamar.
Ayudante rasgada de topacio en el corazón
        de la inmortalidad.


en "Apariciones I"

de Madariaga, Francisco. Contradegüellos. Obra reunida. Paraná : Uner, 2016.

.
Francisco Madariaga (1927-2000). Residió en la provincia de Corrientes hasta los quince años de edad rodeado de esteros, lagunas, palmeras salvajes y los gauchos más arcaicos que aún quedan en la Cuenca del Plata. En este escenario pasó su infancia marcado por el idioma guaraní que nunca dejó de hablar. Viajó a Buenos Aires para completar sus estudios y residió allí, alternando con largas temporadas en el campo, sin perder nunca el contacto con Corrientes.
Algunos de sus libros son: El pequeño patíbulo (1951), Las jaulas del sol (1959), El delito natal (1963), Los terrores de la suerte (1967), El asaltante veraniego (1968), Tembladerales de oro (1973), Llegada de un jaguar a la tranquera (1980), Resplandor de mis bárbaras (1985), El tren casi fluvial (segunda obra reunida 1988), País garza real (1997), Aroma de apariciones (1998), Criollo del universo (1998), Un palmar sin orillas (2001), Contradegüellos, obra reunida (2016)

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