Olga y Francisco Madariaga |
Cuando la conocí recordé de inmediato
el poema de Milocz que dice en una parte:
"la extraña muchacha de párpados
arcángelicos..."
Después la vi muchas noches de canciones
y de sueños, despedirse de los amigos y partir,
en delicadas y misteriosas volantas,
hacia los arenales de la Pampa.
Se alejaba- y se aleja siempre- como
una esmeralda negra y solar de la independencia
frente a toda capilla literaria.
Estoy seguro de que, cuando viaja, le dice
a su postillón que debe atravesar - sin
miedo- a la volanta por esa Oscuridad Otro Sol
de su fidelidad absoluta a la poesía.
en "En la Tierra de Nadie"
de Madariaga, Francisco. Contradegüellos. Obra reunida. Paraná : Uner; 2016.
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