Batlle Planas, Juan "Noica" Acuarela sobre papel - 39 x 28 cm - 1948 |
Sin embargo, cuando un sueño cualquiera entretejió fosforescentes redes sobre el rostro del tiempo,
Noica estuvo.
Tal vez su cabellera fuera para vosotros la marea letárgica por donde sube al cielo la primer Navidad
—esa novia que flota con su ramo de cristal escarchado y una cinta plateada en la garganta-.
Acaso sus ropajes fueran para vosotros un ámbito en que caen lentamente las hojas,
cuando el amor golpea con sus manos el follaje encantado.
Lo cierto es que fue Noica,
la diosa de los seres subterráneos que disponen callando el esplendor del mundo.
Reconocedla ahora.
Antes que se haya ido para ser melodía de polvo contra el vidrio, sombra musgosa de los muros.
Guardadla para siempre en esta misma puerta abierta en el celaje de los siglos,
donde se balancea, despidiéndose,
como la luminaria en el claro final de la arboleda.
Del otro lado yace su reino alucinado.
Nunca entraréis en él.
Juntos se abismarán debajo del recuerdo y del olvido.
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